En el criterio popular el nombre dado al Sumidero "Las trancas", proviene de la costumbre de hacer labores de limpieza en la entrada del mismo para evitar las inundaciones. Existía además una cerca alrededor de la zona para impedir que las palizadas producidas por las crecidas de los ríos obstruyeran la garganta del mismo. Mitos y leyendas se tejieron alrededor del peculiar accidente geográfico llegadas hasta hoy y provocando una sensación de misteriosa atracción, entre ellas, se cuenta que los pobladores del lugar debían hacer ofrendas a los dioses para evitar las inundaciones.
Nuestra Región